La soledad
Marco se ha marchado para no volver,el tren de la mañana llega ya sin él,es sólo un corazón con alma de metal1,en esa niebla gris que envuelve la ciudad.Su banco está vacío, Marco sigue en mí,le siento respirar, pienso que sigue aquí,ni la distancia enorme puede dividirdos corazones y un solo latir.
Quizá si tú piensas en mí,si a nadie tú quieres hablar,si tú te escondes como yo.Si huyes de todo y si te vas,pronto a la cama sin cenar,si aprietas fuerte contra tíla almohada y te echas a llorarsi tú no sabes cuanto malte hará la soledad.
Miro en mi diario tu fotografíacon ojos de muchacho un poco tímido.La aprieto contra el pecho y me parece queestás aquí, entre inglés y matemáticas.Tu padre y sus consejos,que monotonía,por causa del trabajo y otras tonterías,te ha llevado lejos sin contar contigo,te ha dicho: "Un día lo comprenderás".
Quizá si tú piensas en mí,con los amigos te verás,tratando sólo de olvidar,no es nada fácil, la verdad,en clase ya no puedo más,y por las tardes es peor,no tengo ganas de estudiar, por tí,mi pensamiento va.
Es imposible dividir así la vida de los dos,por eso, espérame, cariño mio...conserva la ilusión.
La soledad entre los dos,este silencio en mi interior,esa inquietud de ver pasar así la vida sin tu amor.Por eso, espérame, porqueesto no puede suceder,es imposible separar así la historia de los dos
La soledad entre los dos,este silencio en mi interior,esa inquietud de ver pasar así la vida sin tu amor.Por eso, espérame, porqueesto no puede suceder,es imposible separar así la historia de los dos
La soledad...