Debo partirme en dos
No se crean que es majadería.Que nadie se levante aunque me ría.Hace rato que vengo lidiando con genteque dice que yo canto cosas indecentes.
Te quiero, mi amor,no me dejes solo.No puedo estar sin tímira que yo lloro.
¿No ven?, ya soy decente:me fue fácil.Que el público se agrupe y que me aclame.Que se acerquen los niños,los amantes del ritmo.Que se queden sentados los intelectuales.Debo partirme en dos.
Unos dicen que aquí,otros dicen que alláy sólo quiero decir,sólo quiero cantary no importa la suerteque pueda correruna canción.Unos dicen que aquí,otros dicen que alláy sólo quiero decir,sólo quiero cantar,y no importa que luegome suspendan la función.
Yo también canté en tonos menores.Yo también padecí de esos dolores.Yo también parecía cantar como un santo.Yo también repetí en millones de cantos:
Te quiero, mi amor,no me dejes solo.No puedo estar sin tímira que yo lloro.
Pero me fui enredando en más asuntosy aparecieron cosas de este mundo:«Fusil contra fusil», «La canción de la Trova»;y «la era pariendo» se puso de moda.Debo partirme en dos.
Unos dicen que aquí,otros dicen que alláy sólo quiero decir,sólo quiero cantary no importa la suerteque pueda correruna canción.Unos dicen que aquí,otros dicen que alláy sólo quiero decir,sólo quiero cantar,y no importa que luegome suspendan la función.
Yo quería cantar encapuchadoy después confundirme a vuestro ladoaunque así no tuviera amigos y citasy algún que otro favor de una chica bonita.pero,
Te quiero, mi amor,no me dejes solo.No puedo estar sin tímira que yo lloro.
No voy a repetir ese estribillo.Algunos ojos miran con mal brilloy estoy temiendo ahora no ser interpretado:casi siempre sucede que se piensa algo malo.Debo partirme en dos.
Unos dicen que aquí,otros dicen que alláy sólo quiero decir,sólo quiero cantary no importa la suerteque pueda correruna canción.Unos dicen que aquí,otros dicen que alláy sólo quiero decir,sólo quiero cantar,y no importa que luegome suspendan la función.