Un río de sangre corre
Señores y señoritas,en esta gran circunstanciavoy a dejarles constanciade una traición infinitaque consumó la malditacanalla del carnavalcontra la fuerza lealy el cuerpo de cinco emblemasque vivían los problemasde la razón popular.
Así el mundo quedó en dueloy está llorando a porfíapor Federico Garcíacon un doliente pañuelo;no pueden hallar consuelolas almas con tal hazaña.¡Qué luto para la España,qué vergüenza en el planetade haber matado a un poetanacido de sus entrañas!
Un río de sangre correpor los contornos del mundoy un grito surge iracundode todas las altas torres.No habrá temporal que borrela mano de la injusticiaque con crecida maliciaprofanó al negro Lumumba.Su cuerpo se halla en la tumbay su alma clama justicia.
Se oscurecieron los templos,las lunas y las centellascuando apagaron la estrellamás clara del firmamento.Callaron los instrumentospor la muerte de Zapata,sentencia la más ingrataque en México se contempla.Para lavar esta afrentano hay agua en ninguna patria.
Dejando voy, pelegrina,mi llanto de rosa en rosapor Vicente Peñalozade la nación Argentina.Banderas de popelinapa’ recoger tanta sangre,que ningún viento desgarrenporque han de seguir flameando,pues Chile sigue llorandoa Rodríguez y Recabarren.