Vaca
A Luis Lacasa
Se tendió la vaca herida;árboles y arroyos trepaban por sus cuernos.Su hocico sangraba en el cielo.
Su hocico de abejasbajo el bigote lento de la baba.Un alarido blanco puso en pie la mañana.
Las vacas muertas y las vivas,rubor de luz o miel de establo,balaban con los ojos entornados.
Que se enteren las raícesy aquel niño que afila su navajade que ya se pueden comer la vaca.
Arriba palidecenluces y yugulares.Cuatro pezuñas tiemblan en el aire.
Que se entere la lunay esa noche de rocas amarillas:que ya se fue la vaca de ceniza.Que ya se fue balandopor el derribo de los cielos yertosdonde meriendan muerte los borrachos.
(1929)