Requiem por Federico García Lorca
Lo mataron en Granada,una tarde de veranoy todo el cielo gitanorecibió la puñalada...Sangre en verso derramada,poesía dulce y rojaque toda la vega mojaen amargo desconsuelo«sin paño de terciopeloni cáliz que la recoja».
Por cielos de ceniza se va el poeta;la frente se le riza como veleta.Toda Granadaes una plazoleta deshabitada
«Por el olivar venían,bronce y sueño, los gitanos».En la plama de sus manoscomo un niño lo traían...Las mujeres se rompíanlos volantes de la enagua,y el Darro bailaba el aguaen un triste soniqueteque sonaba a martinetey a cante grande de fragua...
¡Encended los faroles; romped el velo;cantad por "caracoles", que viene el duelo!¡Como una espada,llevadlo, así, entre "oles" por su Granada
No te vayas buen amigoquédate aquí con nosotros;están soltando los potrosjunto a lo verde del trigo...Están soñando contigotemblando de calentura,gitanas de piel oscuray brillante cabelleray hay una boca que esperamorderte labio y cintura...
Desnúdate deprisa, que vengo herido;quédate con la risa como vestido...Quiero bebertey que luego dormido venga la muerte...
«Rosa de los Camboriosgime sentada a la puerta»medio viva y medio muertaentre paños mortuorios.A la luz de los velorios,con pena de jazmín chico,cual dos palomas sin picomuestra sus pechos helados,heridos y acuchilladoslo mismo que Federico.
¡Que doble, bronce y plata, la Vela, Vela,que se ha muerto la nata de la canela!Mi bien amadode limón y ciruela va amortajado...
«Ignacio Sánchez Mejíascon toda su muerte al hombro»sale pálido de asombroa las barandas sombrías...Todas las ganaderíasmugen a la misma horay en el filo de la aurora,junto a los bravos erales,sobre el mar de los trigales,la brisa también lo llora...
¡Ignacio, dame el vaso con el ungüento;no puedo dar un paso, ya no me siento!Quiero abrazarte,pero me ciega un viento de parte a parte...
Dentro de su traje oscurote nombra Bernarda Alba...la tarde pinta de malvala rosa blanca del muro.En la calle pisa duroun caballo sin jinete;dan en la torre las sietey Angustias, con voz sombría,solloza un Ave Maríaderrumbada el el poyete.
Por la tapia del huerto te llamé en vano...¡Dime que no está muerto Pepe, el Romano!Ciego de zambra,con un Ángel gitano va por la Alhambra...
¿De quién es ese lamentoque sobre la noche rueda?...De Marianita Pineda,que está bordando en el viento...Con hilos de sentimiento,a la vez que borda y cantay con mano fina plantaentre sangrientos jardinesuna rosa de carminesque enjoyará su garganta...
¿Qué bordas, Marianita, sobre esa tela?La flor para una cita que me desvela...¡En seda cuajalo que Granada grita que es su mortaja...
«¡Hijo con un cuchillitoque apenas cabe en la mano»,de tu romance gitanocortaron la flor del grito!¡Ay, qué dolor infinitode pedernal y de rosa;voy y vengo como locasin que consolarme puedaporque ni un hijo me quedapara llevarme a la boca!
Aquel traje de pana que se ponía...Aquella faja grana que se ceñía...¡Tanto cuidarlo,y una flor de canana para matarlo!
Desde su balcón volado,pálida, triste y mocita,te llama Doña Rosita,con el aliento apagado...Un heliotropo moradole acuchilla las ojerasy corta con sus tijerasadormecidas de herrumbresu corazón hecho lumbrepor cincuenta primaveras...
¿Quién cambió los papeles en el piano?¿Quién secó los claveles de mi verano...?¡Ay, qué tormento!¿Dónde estás, primo hermano, que no te siento?
Sobre el hoyo de la camadonde su flor se le mustiaigual que un río de angustiauna mujer se derrama...Llama en vano, llama y llamaal hijo que se le esconde...¿En qué jardines, en dónde,hallar mi nardo de esperma...?Grito preñado de Yermaal que el hijo no responde...
¡A la nana, mi niño, que es madrugada...!¡A la nana, cariño, flor de Granada!¡Si yo pudieraquedarme embarazada yo te pariera!
«Antonio Torres HerediaCamborio de dura crin»,llora al filo de la medianoche por el Albaicín...Suena la voz de un muecíncomo una fuente delgada,y desde Sierra Nevada,una paloma doliente,baja a besarle la frenteal poeta de Granada...
¿A dónde vas, amigo, con tu secreto?Te llevarás conmigo voz y soneto...¡Cómo gemíadentro de tu esqueleto la poesía!