Un árbol de treinta pisos
Es por tu manía, de ir a una ciudadY dejándonos está, tarados, la metrópoliComo tú y yo, bronceados, no hay aquíLes oí decir, esos dos de ahí, vienen del pueblo
Se rieron, divirtieron pues supieronQue muy pronto nosotros también estaríamos como ellosPaliduchos, como rascacielos, con la cara de ceraCon la cara de cera, ya no hay limpia ni la estratosferaAsí siempre será, mientras vivas en una ciudad
En aquellos campos, tomabas conmigo el solY a nosotros nos cantaban, los pájaros en sus ramasAhora en cambio aquí, en la ciudad, los motoresDe automóviles, van cantandonos la marcha fúnebre
Y las fábricas, “perfumando” están todo el aireY oscurecen un cielo tan negro oliendo que apestaEl alcalde asegura que la ciudad es modernaNo hacen caso si dices que el cemento tapó sus naricesEl infarto es la moda, quien no lo padeció lo tendrá
Ahora no respiro bien y siento como un sofocónEl aliento se me va, no sé si no volveráSolo veo allá, que algo está naciendoEs un árbol, sí, es un árbol de treinta pisos