Tanguillos de la defensa
Con el debido respetoy humildemente le expongo a Usíay a toda la compañíalo que esa noche pasó,cuando a Madrid yo veníacumpliendo mi obligación:Yo venía cantando con alegría,mas no crea la Salaque estaba puesto por bebía.Y al salir de una curva me la topé.Un borracho no frena, y yo frené.En mitá el asfalto, me valga Santa Ana,estaba tendía igual que una rana.Me tiré de un salto y me fui pa ella,ví que estaba viva, bendije mi estrella.Y así me dijo Gracita: "Maldita sea mi suerte,ya estoy atropellaíta, soy la novia de la muerte".Me la subí a la cabina, pues mi intención era sana,y la dejé en una esquinay así le dije: Condios, paisana.Por la Pastora Divinaque la he tratao como a mi hermana.
Yo juro solemnementecomo lo piden las escriturasque de esta escalabraúrasoy inocente del tó.Que miente esa criaturalo mismo que Eva mintió.Desde que el mundo es mundo, a los varones,nos buscaron las hembras,señores míos, las perdiciones.Si recuerdan la historia comprenderánque me pasa lo mismo que al Padre Adán.Cuando ven que hay "tela", y perdone Usía,se van a por uno como una jauría.Y como yo tengo la vida resuelta,esas sanguijuelas me buscan las vueltas.Si por ser bueno y honrao y dar la sangre a cualquiera,Y cumplir con lo mandao de auxilio en la carretera,me puedo ver condenao y encerrao como una fiera,le juro, señor letrao,cuadre o no cuadre, de esta manera:Que no paro ni a mi padreni aunque le vea las tripas fuera.Que no paro ni a mi padreni aunque le vea las tripas fuera.